Hace poco que Carmelo, jubilado de 76 años, se mudó a vivir a un bonito pueblo de la zona media de Navarra, del que es natural su mujer Lola. Carmelo es un amante de la familia, los amigos, pasear,viajar, la lectura, el cine, vaya es un apasionado de la vida. Y esto no es de extrañar ya que en su profesión de practicante, trajo al mundo a cientos de niños.
Hace ya unos años empezó a perder estabilidad corporal, y ante la idea de tenerse que quedar sentado en casa y no poder salir más que ayudado por otra persona, no dudó en buscar un scooter eléctrico con la suficiente potencia para seguir a su mente. Es el orgulloso dueño de un Breeze 3 desde hace cuatro años, según dice»una auténtica maravilla». Tanto es así, que cambió a un coche más grande para poderlo llevar con él cuando se va de vacaciones. Dice que allí donde va su Breeze 3 causa expectación.
Cada día, Carmelo, después de desayunar, ,haber leído la prensa diaria y sacado a pasear a su perro, va con su scooter eléctrico Breeze a la plaza mayor del pueblo a reunirse un rato con su cuadrilla de amigos. Ya después de comer, y en vez de echar la siesta, le gusta subir con su scooter el camino empinado que lleva hasta la ermita de la virgen situada en lo alto de un pueblo a 15 km de su casa y volver ya a media tarde para preparar junto a su mujer la cena para ellos y alguno de sus nietos que siempre se presenta de improvisto. Es, sin duda, un estilo de vida activo el que le gusta llevar a Carmelo acompañado,por supuesto con su Breeze.